Arena

"It's a mistery how people behave! How we long for a life as a slave."

Nina Persson grita estas líneas en una de sus canciones del último disco. Y nada es más cotidiano, cierto y frustrante que eso. Es un misterio como las personas se comportan. Todos en realidad. Pero hay veces en las que se evidencía más esto; y hay tanto cinismo e indiferencia. Y no lo entiendo.

Me acaban de regalar en Navidad "Once Minutos" de Paulo Coelho (luego les pongo el Espacio Literario si si si) que trata sobre María, una muchacha que vive con el corazón roto y se vuelve prostituta en el afán de creer que el destino escogió eso para ella. Ella escribe un diario; ella escribió esto:

"Hoy pasé por delante de un parque de atracciones. Como no puedo gastar dinero a lo loco, pensé que era mejor observar a la gente. Estuve mucho rato ante la montaña rusa: veía que la mayoría de las personas entraban allí en busca de emoción, pero cuando ésta se ponía en marcha, se morían de miedo y pedían que parasen los vagones.
¿Qué es lo quieren? Si escogieron la aventura, ¿no deberían estar preparadas para ir hasta el final? ¿O creen que sería mas inteligente no pasar por estos sube y baja, y montarse todo el tiempo en un tiovivo, girando en el mismo sitio?

...bien, la primera sensación es de estar prisionera, de sentir pavor en las curvas, de querer vomitar y salir de allí. Sin embargo, si confío en que los raíles son mi destino, en que Dios guía la máquina, esta pesadilla se transforma en excitación. Pasa a ser exactamente lo que es, una montaña rusa, un juego seguro y fiable, que va a llegar hasta el final, pero mientras dura el viaje, tengo que ver el paisaje alrededor, gritar de excitación."


Y entonces muchas cosas se me volvieron muy claras. Hay veces en que nos bajamos antes de la montaña. Y no nos damos cuenta hasta que ya estamos de nuevo en el suelo o en otra montaña. La montaña rusa es la vida y la vida es arriesgarse, la vida es un juego fuerte y alucinante, la vida es lanzarse en paracaídas, es arriesgarse, caer y volverse a levantar, es alpinismo, es querer subir a lo alto de uno mismo, y sentirse insatisfecho y angustiado cuando no se consigue. Pero nunca es bajarse de la montaña justo cuando el viaje comienza; para eso hay paracaídas.

Y la gente sale mareada saben. Mareada de algo que ni siquiera conocen. Dos, tres vueltas y paramos el viaje. Y se olvidan de que las montañas rusas se hicieron para compartirlas. Y se olvidan que la compartieron con alguien. Y cuando volteas para ver donde quedó tu compa que pidió bajarse del juego, ya lo ves subiéndose a otra montaña.

Y ahi va. A marearse de nuevo de algo que no conoce y no quiere conocer. A hartarse de algo que no estan disfrutando de verdad. Me es difícil comprender a las personas a veces. Y se que yo también soy difícil de comprender. Pero siempre uso el paracaídas en casos extremos; nunca la entrada por salida.


Este año estuvo raro. Y el fin de año peor. Hace un par de años salía a mi balcón prácticamente todas las noches a fumarme un par de cigarros y a platicar con ellos. Les contaba lo que me dolía en esos momentos, lo que esperaba que sucediese; las promesas que lanzaba...
Ahora salgo al mismo balcón y todo me parece un poco tonto. Las promesas cambian pero los mismos cigarros se vuelven a encender... todo es una versión de otra cosa.

He resuelto que la vida es bella. Y que disfrutar de las cosas malas que nos suceden puede resultar bastante provechoso para el futuro. Pero también he resuelto en que no tiene por que ser así. Solo es cuestión de avisarle al de al lado que tienes miedo. Y que la montaña esta yendo muy rápido. Y que los dos pueden bajar al mismo tiempo. No se. Es un misterio el comportamiento de las personas.

Sabrá Dios que chingados pase este año. Al igual que María, gritaré de la emoción.

Pero el misterio continuará. A veces quisiera comprenderte. A veces quisiera entrar en tu cabeza y ver si hay algo extraño. Aveces quisiera ser arena. Y a veces quisiera ser tú, sólo para saber que sientes al pisar la arena.