Elizabethtown

Por segundo domingo consecutivo, fui con la buena amiga Hanna a dominguear por la noche al cine. Esta vez tocó ver algo muuuucho mejor que la vez pasada.

Elizabethtown sigue siendo la clásica película de Cameron Crowe aunque dista mucho de siquiera llegar a compararse con filmes tan excelentes como Jerry Maguire o Almost Famous.

Drew Baylor (Orlando Bloom) se encuentra al borde del suicidio después de fracasar rotundamente al hacer perder a su compañía de tenis, 972 millones de dólares. Inesperadamente, tendrá que pausar sus planes debido a la muerte de su padre, por quien tendrá que viajar a Louisville para traerlo de vuelta y cremarlo. Durante su solitario vuelo a su destino, conoce a Claire (Kirsten Dunst), una peculiar aeromoza confianzuda con facilidad para aquellas hermosas frases inmortales que adoramos en cada filme de Crowe: "Soy imposible de olvidar, pero difícil de recordar".
Una vez en Louisville, Drew lidia con los más atípicos problemas familiares mientras trata de preparar un memorial para su padre y sabiendo que en pocos días, el mundo entero se enterará de su gran fracaso.

Las actuaciones sin embargo, no me convencieron para nada. Ambos son buenos actores. Es solo que sentí que las emociones que se trataban de transmitir simplemente... mmmm simplemente no se sentían como debiese de ser.

Al final de cuentas sentí que Elizabethtown se perdió un poco en su propia trama y nunca delimitó lo que realmente quería decir.

Un filme muy bonito para todas aquellas personas que siguen viendo la vida sólamente en blanco y negro. Un filme repleto de bellos momentos y líneas memorables que no pueden faltar en la clásica película de Cameron Crowe. Una película acerca de volver a levantarse con la cabeza en alto después de un gran fracaso y, de nuevo, una película acerca de aquellas personas que llegan y nos cambian la vida en un segundo.

Una buena película que nos vuleve a recordar lo más bello que existe en este mundo. La vida misma.