Hace unos días tuve una plática con un amigo. De cierta manera me molestó lo que dijo.
No se si fue lo que se dijo, o el hecho de que fuese él. No se porqué me molestó tanto si de cierta manera fue verdad. Pero hay veces en que no nos gusta escuchar la verdad.
Pero no. Este no fue el caso.
Y lo pensé... y lo pensé. Y pensé en que soy egoísta en pensar de esta manera. Sin embargo, me lo permitiré ser. Esta vez si...

Soy único. Creo que todos somos únicos.
Creo que un gran error de las personas al momento de dar grandes consejos, es escudarse infaliblemente tras la supuesta experiencia que tienen. Por supuesto que la experiencia es un arma indiscutible y por supuesto que en muchos casos, así se deben de dar los consejos: en base a la experiencia. Eso es indiscutible.

Pero hay veces... si. Hay veces en que se siente que uno no encaja en la generalidad de las cosas. Se siente que esta vez no hay nada ni nadie que me pueda decir como serán las cosas ni como tienen que ser. Simplemente lo se. Y si eso es ser egoísta; por pensar en que esto es único...
Pues que le vamos a hacer. Seré egocentrista esta vez.

Se que alguna vez se han sentido asi. Y les creo.


Tirado sobre la alfombra estoy, con alcohol en mis venas, una foto cenital, brazos y piernas por doquier, una hora angustiante, una rola de la Quinta Estación en la radio y un sentimiento que ni en mil años podré explicar.

Pero tu, tu me entiendes...

o eso quiero creer...